Ventilación de estacionamientos para vehículos

Este sistema de ventilación tiene como objetivo, en primer lugar, garantizar que no se acumule monóxido de carbono en concentraciones peligrosas en ningún punto del estacionamiento. Garantizar la evacuación de humos que puedan generarse en caso de suceder algún tipo de evento.

La extracción de humo en caso de incendio de alguno de los vehículos automóviles en el interior de un estacionamiento, pretende evitar que los usuarios que se encuentren en el interior de dicho estacionamiento respiren los humos tóxicos generados y pierdan la visibilidad necesaria para alcanzar las vías de escape.

Ventilación por impulsión o inyección

Sistema con pocas ventajas, el aire de aportación viene directamente del exterior, quedando todo el recinto en sobrepresión y obligando al aire viciado (gases tóxicos, humos, etc.) a salir por las rampas de acceso y salida del estacionamiento.

Ventilación por extracción Este sistema, que es el más utilizado, tiene la ventaja de poder controlar la descarga, por ejemplo a través de conductos que canalicen el aire extraído hasta el lugar apropiado, de acuerdo a las normativas vigentes.

Sistema mixto (impulsión y extracción)

Este sistema posee una óptima distribución de aire por el interior del estacionamiento, permitiendo llegar a todos los rincones del mismo.

Criterios de calidad del aire en parqueaderos

Sin ninguna duda, el monóxido de carbono, es el gas más peligroso de lo emitidos por un vehículo automóvil y el que requiere mayor dilución para que no sea perjudicial para las personas, es un gas imperceptible, sin olor ni sabor, cuyo efecto sobre las personas, aspirado en cantidades importantes, es la reducción progresiva de la capacidad de transporte de oxigeno por la sangre, pudiendo, en casos extremos, llegar a provocar la muerte.

Criterios adicionales útiles para diseñar correctamente una instalación:

Se dispondrán rejillas de extracción a razón de cada 100 m2 y no más de 10 m. una de otra.

Una de cada tres rejillas se colocará a 60 cm. del suelo para captar gases y vapores más densos que el aire.

La velocidad del aire en los conductos no será superior a 10 m/s y el nivel de presión sonora en el estacionamiento no deberá ser superior a 55 db (a).

El aire extraído se descargará a un lugar como mínimo 10m, de cualquier ventana o toma de aire, con descarga preferiblemente vertical, y si el conducto desemboca en un lugar de acceso al público, la boca de salida estará a una altura de 2,5 m. sobre el suelo, como mínimo.

Presión de aire y flujo laminar

Presión estable

El aire sobrepasa barreras quedando, por lo tanto, fuera de control. Con el sistema de gestión de aire es posible el control exacto de las presiones en el área de la sala y salas adyacentes, así como aislar salas con exigencias especialmente críticas, en donde el nivel de pureza del aire es un parámetro especialmente crítico. El sistema de control ofrece una solución a medida para la seguridad y el control del flujo de aire, de manera energéticamente eficaz, en aplicaciones como salas blancas, hospitales y laboratorios. Los lazos de control de respuesta rápida son aptos para el control del caudal en vitrinas de gases y para el control de la presión, como por ejemplo en salas blancas de plantas industriales de procesos, quirófanos y unidades de cuidados intensivos. Este sistema lleva a cabo además, el equilibrado y monitorización de las funciones. Además de estas funciones, el sistema puede realizar otras funciones más complejas; como el equilibrado o la monitorización de la sala. El sistema de gestión de aire ha sido optimizado para su uso en salas blancas., controladores electrónicos, dispositivos de monitorización, sensores y paneles de control. Un sistema de regulación lógico permite la monitorización y regulación de las distintas condiciones de sala de manera precisa. Otra de las ventajas que presenta el sistema, es la gestión de salas independientes.

Flujo laminar de bajo índice de turbulencia

Un flujo de aire laminar con bajo índice de turbulencia se caracteriza por un perfil de velocidad homogénea y líneas de flujo casi en paralelo en la totalidad de la sala blanca. El aire contaminado, y las partículas que éste conduce, son desplazados o “barridos” fuera de la sala blanca.

Con un flujo de aire laminar de bajo índice de turbulencia, las partículas conducidas por el aire permanecen en la sala un periodo de tiempo muy reducido. En caso de que una mayor cantidad de partículas perdurara en la sala, éstas desaparecerían con la renovación del aire. Los filtros de aire absolutos (HEPA, ULPA) son los que se encargan de impulsar aire a la sala ya que funcionan como filtros finales.

Flujo de aire turbulento Un flujo de aire turbulento se caracteriza por que el aire primario se mezcla con el aire inducido de la sala. El aire no se distribuye por toda la superficie de la sala, sino solamente por un determinado número de puntos, habitualmente esta labor se lleva a cabo con difusores rotacionales de techo.

Flujo de aire por mezcla Un flujo por mezcla de aire se caracteriza por la mezcla de un flujo de aire con bajo índice de turbulencia y un flujo de aire turbulento. Se emplea para minimizar el número de salas ultra blancas, ya que los sistemas de flujo con bajo índice de turbulencia implican un coste muy elevado.

Una ventilación de flujo mixto se emplea para diferentes zonas de una sala blanca: zona de ocupación y zonas sin ocupar.